miércoles, 11 de enero de 2012

TUS LABIOS






Discurriste  el velo y apareció tu boca,
bien formada, sugestiva e incitante,
modelo estática, enigmática y  silente.

Discurriste el velo y aparecieron tus labios,
firmes, curvilíneos, apetitosos,
besables, morenos, naturales y carnosos.

Se me antojan deliciosamente empalagosos,
tan cerca que pude besarlos,
tan distantes por no poder hacerlo.

Estáticos, mudos y hasta analfabetas,
por no leer mis ojos, inmutables, sordos a mis gritos;
de dulce aroma por la esperanza de una caricia,
de amargo veneno por su dura indiferencia.

Como no mirarlos, como ignorarlos
si su irresistible  presencia me arrastra,
me roba el aire, alborotan mi libido,
rompen mi esquema y obnubilan  mi sentido.

Como no mirarlos, como ignorarlos,
si incluso cerrando mis ojos
aparecen firmes, curvilíneos, apetitosos,
besables, morenos, naturales y carnosos.

Luis E.



No hay comentarios:

Publicar un comentario